domingo, 1 de enero de 2017

The mysticism of the human eye

Y después de tantos años de mirar nuevos rostros y escuchar diversas voces, me di cuenta de mi ignorancia.
Descubrí la mágica esencia humana, por primera vez, en los ojos de Suzanne. Aquel ventanal místico que te transporta a otra dimensión desconocida. 
No sólo comprendí la extraordinaria telaraña nerviosa, la oscura pupila que permite ver lo mundano, sino el portal de emociones desconocidas y terrenos inexplorados que tras su iris se escondía. Tras esa cortina de color. 
Benditos ojos los de aquella muchacha, que me permitieron nadar en lo abstracto, a sumergirme en mares sin nombre. De cierto te digo, mi querido lector, que cada que cada ojo es unico, jamás habrán dos que te conduzcan al mismo camino.  El patrón nunca se repite y los sentimientos que almacena cada mirar se desligan de nuestra objetividad.
Con calma, entra, pero no te pierdas en ningún portal. No es sencillo escapar una vez cautivado por los destellos. Y siempre recuerda tocar materia para poder controlar tu regreso.
Y ahora sí, te invito a perderte (momentáneamente) en algún ojo humano, a experimentar ésa sensación extática que romperá todos y cada uno de tus esquemas, que te permitirá ser el único espectador de la grandiosidad del universo y conocedor de los secretos más profundos de nuestra creación. 


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